lunes, 31 de agosto de 2009

PRINCIPIOS DE TIERRA Y LIBERTAD - Documento a debatir en el Encuentro Nacional de Delegados


PRINCIPIOS DE TIERRA Y LIBERTAD

“Somos partidarios de los principios, no de los hombres” (Emiliano Zapata)

Los principios que definirán nuestra acción política y por los que rendiremos cuentas ante las y los ciudadanos, y entre nuestras compañeras y compañeros son los siguientes:

La emancipación social y política

1.- Propugnamos un país y un mundo de ciudadanas y ciudadanos libres de toda forma de explotación económica y de dominación política o de género y en armonía con el entorno natural del que somos parte y al que nos debemos. Hoy la emancipación social y política también supone poner fin a la depredación ambiental.

2. - Luchamos por una sociedad y un mundo sin exclusiones de ningún tipo y que garanticen la inclusión de todos los ciudadanos, en pie de igualdad, en el ejercicio de su derechos políticos, económicos, sociales, culturales y ambientales

3.- No hay libertad política si se mantienen las restricciones propias de la desigualdad social y los perjuicios sociales derivados de la concentración y el descontrol del poder económico. Igualmente, no hay igualdad social con libertades enajenadas por el poder político arbitrario e ilimitado.

4.- Combatimos con vehemencia todas las discriminaciones que aquejan a la humanidad, sea por distinción de clase, color de piel, diferencia de género, credo religioso o diferencias culturales o de orientación sexual.

5.- Propugnamos la separación de política y religión y un Estado laico con plena libertad e igualdad para el ejercicio privado de las creencias religiosas, pero sin obligaciones económicas ni compromisos políticos del Estado con ninguna confesión religiosa.

Nuestra identificación con los derechos indígenas

6.- Siendo el nuestro un país que sabe del yugo colonial, hacemos nuestra la lucha de los pueblos originarios para preservar y fortalecer sus culturas y para hacer valer su derecho al territorio y a la libre determinación de sus modos de vida y gobierno.

7.- Rechazamos con firmeza las pretensiones de imponer por la fuerza, desde los gobiernos o desde los grandes intereses privados, las medidas que afecten, sin su libre consentimiento, a los pueblos originarios.

8.- Propugnamos que se abran instancias de representación de minorías y de formas de consulta accesibles a los pueblos originarios en todos los niveles de gobierno y decisión política en un Estado Plurinacional.


Por la Conservación y Cuidado de la Madre Tierra

9.- Sostenemos que el ambiente sano debe ser protegido, restaurado y mejorado en todo lo posible, máxime cuando el nuestro es uno de los países que mayores impactos sufrirá por el deterioro ambiental en el mundo. Son vitales, prioritarias y urgentes las medidas de mitigación del cambio climático y el calentamiento global.

10.- Solo aceptamos aquel tipo de progreso entendido como ecodesarrollo, es decir que sea compatible y armónico con la justicia social y la naturaleza, la protección de nuestra biodiversidad y el cuidado de nuestras aguas, aire, tierras y bosques.

Nuestra lucha por la equidad de género

11.- Postulamos un país libre y un mundo libre de la opresión y la desigualdad de género que agravian a las mujeres y las niñas e impiden su plena realización.

12.- Rechazamos la dominación patriarcal sobre las mujeres. Propugnamos la representación paritaria de hombres y mujeres en los espacios de representación, la abolición de la doble explotación de las mujeres en el trabajo y en el hogar, el reconocimiento y el acceso irrestricto a su derecho a tomar decisiones sobre su propio cuerpo. Asimismo, hacemos nuestra la lucha por derechos sexuales y reproductivos, como parte de la agenda de Derechos Humanos y condición fundamental para el desarrollo pleno de las personas.

13.- Reivindicamos la más plena libertad de orientación sexual e identidad de género. Cualquier forma de discriminación por razones de orientación sexual o cualquier discurso sexista serán combatidos por nosotros y apoyaremos sin reservas la lucha de cualquier individuo o grupo que sea agraviado por ellos.


Una sociedad y una economía para la equidad, el bien común y la soberanía nacional.

14.- Propugnamos una sociedad y una economía cuyas metas prioritarias son la equidad social, el bien común y el acceso de las amplias mayorías al progreso material expresado en el disfrute efectivo de sus derechos políticos, sociales, ecológicos, económicos y culturales.

15.- Promovemos un desarrollo y una economía que fomente el desarrollo equitativo de las regiones, la descentralización política del Estado y la desconcentración de las actividades económicas.

16.- Promovemos un desarrollo y una economía que incentiven la mayor productividad de los pequeños y medianos emprendedores de las ciudades y del campo, siempre que sea compatible con el aprovechamiento sostenible del territorio y sus recursos.

17.- Promovemos un desarrollo y una economía abierta al mundo en su intercambio, pero compatible con nuestra soberanía e integridad nacional y con nuestra integración regional con América Latina.

18.- Recurriremos al mercado, a la inversión privada y extranjera y a un buen manejo de las cuentas del Estado como medios necesarios pero democráticamente regulados para su desempeño coherente con el desarrollo del país.

Por la Planificación democrática con perspectiva ambiental del desarrollo

19.- El tipo de desarrollo que postulamos no puede ser garantizado sólo por el mercado descontrolado ni por la propiedad privada. Tampoco por una economía estatista ni centralista. Por ello promoveremos una planificación democrática, descentralizada, participativa, con perspectiva ambiental, así como la articulación de las formas privadas, públicas, comunales y cooperativas de propiedad.

20.- Propugnamos la reconciliación con el ambiente y el territorio, depredados durante siglos por ser concebidos como simple fuente de enriquecimiento material para el Estado o los particulares. El vigente modelo de desarrollo es heredero en línea directa de la Conquista. Opuestos a él, tomamos como referentes para nuestra alternativa al conocimiento histórico de los pueblos originarios en cuanto a la relación entre la vida comunitaria, el bienestar y el respeto a la naturaleza.


Recuperar el gobierno del pueblo, abrir el sistema político.

21.- Proponemos una ampliación y profundización sustantivas de la democracia para hacer realidad el ideal del gobierno del pueblo. Hasta ahora, los poderes de facto restringieron a los regímenes democráticos y los usaron en favor de sus intereses estamentales o de clase. Promovemos una democracia para todos, no democracias “de clase”. Reconocemos las formas de representación y de gobierno comunal practicadas por los pueblos originarios según sus usos y costumbres.

22.- La tolerancia, el pluralismo, la libertad de agremiación y asociación, la irrestricta libertad de expresión y pensamiento, el respeto a los derechos fundamentales, la alternancia en el gobierno, la equidad y transparencia en la competencia electoral, la separación de poderes, la ampliación del sufragio y el llamamiento periódico a su ejercicio, la revocabilidad de los cargos elegidos por el pueblo y la descentralización serán defendidos por nosotros porque abren al sistema político a las demandas populares.

Practicamos una ética para el cambio

23.- Practicamos una ética para el cambio y un cambio de sentido ético. El fin no justifica los medios, los medios prefiguran el fin. Rechazamos el uso de la política como medio de enriquecimiento, como instrumento para la concentración arbitraria del poder o como herramienta para el abuso de autoridad y el desconocimiento de los derechos legítimos del pueblo.

24- Propugnamos una ética centrada en el bien común y la deliberación entre iguales antes que en el culto a los jefes y los privilegiados. A la vez, una ética que no hará abstracción de la injusticia social y por ello será igualitaria, solidaria y defensora de la libertad de los menos favorecidos. La transparencia, el altruismo, la coherencia entre el discurso y la práctica diaria y la rendición oportuna de cuentas formarán parte de nuestro ejercicio político.

25.- Al interior de nuestro Movimiento, en sus instancias de decisión, regirá el mismo espíritu democrático, dialogante, descentralizado y abierto que reclamamos para el sistema político. En nuestra organización regirá el descentralismo democrático antes que el obsoleto centralismo democrático. El marco de unidad a ser respetado por todos será el de los principios y el programa del Movimiento y sus normas estatutarias.

Integracionistas, Internacionalistas, Pacifistas.

26.- Promovemos la integración regional de nuestros países latinoamericanos para potenciar nuestro desarrollo, nuestra opción democrática y nuestra posición soberana en el mundo. Promovemos la paz mundial y una relación de equidad y respeto en el trato entre todas las naciones y culturas del mundo. Decimos alto a la fabricación de armas de destrucción masiva que ponen en riesgo a la humanidad.

27.- Formaremos parte y animaremos las redes y campañas internacionales, ya sean políticas, sociales o culturales, que sean compatibles con nuestros principios. Pondremos especial atención a las que tengan que ver con el ambiente, las minorías étnicas, la igualdad de género, los derechos de los niños, niñas y adolescentes, las demandas de la juventud y las campañas por el empleo decente.

Enmarcado por estos principios, el nuestro es un proyecto político que apuesta por la construcción de una alternativa amplia y plural de izquierda democrática peruana, que articule propuestas de diversas vertientes y movimientos (socialistas, ecologistas, indigenistas, comunitaristas, progresistas, etc.), y que se caracteriza por ser democrático, libertario, ambientalista, identificado con los pueblos originarios, de combate por la equidad de género, pluralista, descentralista, integracionista, internacionalista, pacifista y profundamente ético. La renovación no es para nosotros el olvido de los viejos temas de justicia social aún pendientes. Por el contrario, los enarbolamos, les rendimos homenaje a los luchadores que se batieron por ellos, aprendemos de su experiencia, y los unimos con los asuntos que brotan de la hora presente. La historia no ha terminado. Aprendiendo de ella y de nuestro pueblo, unidos y convencidos por estos principios, cambiaremos al Perú y ayudaremos a cambiar al mundo. A eso vamos.

APORTES PARA EL DEBATE

I. (Reemplazo 1.- al 4.-) Propugnamos un país y un mundo de ciudadanos libres de toda forma de explotación y dominación. Rechazamos y combatimos con vehemencia cualquier tipo de discriminación y exclusión por clase, raza, cultura, género, orientación sexual, generacional o por credo religioso. Para nosotros el ejercicio libre de derechos políticos, condición fundamental de la emancipación del ser humano, no es posible si se mantienen las restricciones propias de la desigualdad social y los perjuicios derivados de la concentración y el descontrol del poder económico. De la misma manera consideramos que la emancipación social, política y cultural no es posible sin armonía con el entorno natural del que somos parte y al que no debemos seguir tratando de manera instrumental, suponiendo, por tanto, poner fin a la depredación ambiental.

II. (Añadir al 6.-) Su resistencia al modo de vida occidental capitalista es para nosotros un elemento de aprendizaje, un conocimiento que valoramos no sólo por su tradición cultural, sino por ser un elemento de transformación en el aquí y ahora, haciendo que replanteemos nuestra relación con la madre tierra y todos los seres vivos que la habitan así como rescatando su tradición de solidaridad fundamental para afrontar el futuro.

III. (Añadir al 13.-) El patrón de dominación global, patriarcal y capitalista, ha colonizado la sexualidad e impone un patrón heteronormativo de comportamiento. Visto como un ámbito de la vida privada, se ha permitido la represión y persecución de maneras otras de ver y vivir la sexualidad.

IV. (Añadir después de 13.-) El arte y la cultura como motores de transformación social

Nuestro movimiento propugna la construcción de una nueva hegemonía cultural. No creemos en la toma del poder por la fuerza, ni asumimos la política como la búsqueda de votos en los procesos electorales. Buscamos convertir una mayoría electoral en una mayoría política y cultural, comprometida con la descolonización y transformación del país, agente de su cambio. Construir nuevos imaginarios, que rompan con el patrón capitalista, colonial y neoliberal de vida es para nosotros un paso indispensable para la transformación de la sociedad. La democracia y la autonomía como forma de relacionamiento cotidiano, el rechazo al consumismo, el egoísmo y el individualismo feroz, y la apuesta por la solidaridad son elementos culturales cruciales para la emancipación humana.

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Nuevos imaginarios y horizontes compartidos implican cambios en las subjetividades y en las prácticas cotidianas de las y los ciudadanos. El arte y la cultura son por excelencia herramientas que permiten conectar el discurso con el sentimiento, la razón con la imaginación. Son quizá las herramientas más radicales de crítica al actual sistema capitalista pues nos permiten visualizar otras posibilidades de existencia más allá de las que nos son impuestas.

Las y los peruanos, fruto del mestizaje de culturas y tradiciones originarias y occidentales, no somos parcos y acéticos, enfocados en la superación individual y el ahorro. Somos un pueblo alegre, con una tradición de trabajo solidario y colectivo. La fiesta, es parte de nuestro modo de producción.

V. (Añadir al 25.-) […] practicando una democracia prefigurativa.

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